Cada pieza de nuestro Jamón Serrano con Denominación Bodega nace y se cura en el corazón de nuestra dehesa, donde controlamos personalmente cada etapa del proceso.
Desde la selección de los cerdos hasta su elaboración final, aplicamos técnicas tradicionales de salazón y secado natural que garantizan una calidad extraordinaria.
Durante sus 14 meses de curación, nuestros maestros jamoneros velan por mantener las condiciones óptimas de temperatura y humedad en las bodegas.
Este ambiente controlado permite una maduración lenta y uniforme, desarrollando un jamón de textura fina y sabor equilibrado – con notas sutiles que recuerdan a la dehesa y un delicado bouquet que perdura en el paladar.
El resultado es un jamón serrano de carácter distinguido, donde se aprecia la perfecta armonía entre el punto justo de sal y la suavidad de su carne. Un producto que refleja el respeto por los métodos artesanales y el orgullo de ofrecer lo mejor de nuestra tierra. Ideal para disfrutar en su justa medida, este jamón es la esencia de la tradición convertida en excelencia.
Piezas de 7,5 – 8 Kgs.